En el BOE del pasado 23 de febrero, se publicó la resolución que recoge las principales lineas que este ejercicio fiscal va a seguir la Agencia Tributaria en su lucha contra el fraude fiscal.
Conforme a la disponibilidad de recursos propios que la administración tributaria en cada localización tenga, se centrará en mayor o menor medida en el control tributario de la áreas que se detallan a continuación. Además, el interés que cada delegación tenga en una u otra área, puede variar en función de distintos criterios. Por tanto, lo que en una determinada comunidad pueda ser objetivo prioritario de control fiscal, en otras no y viceversa;
- Comprobación en aquellos sectores económicos en los que se maneja de forma intensiva dinero en efectivo. Se verificará el correcto cumplimiento sobre la limitación que afecta a la cuantía de los pagos en efectivo.
- Economía sumergida. En relación a este punto, la agencia tributaria va a poner el ojo en los denominados «softwares de ocultación». Estos programas, permiten llevar una contabilidad paralela distinguiéndola de la oficial para poder contabilizar las todas las operaciones, pero diferenciando entre las que se declaran y las que no.
- Economía digital. Principal novedad. Se establecerán protocolos de revisión para empresas cuya actividad se basa en el comercio electrónico y aquellos otros negocios que operan a través de internet.
- Actividades profesionales:
- Selección de contribuyentes a partir de «signos externos de riqueza«.
- Control de gastos declarados (aquellos deducibles en relación a la actividad económica).
- Utilización improcedente de personas jurídicas (sociedades) con objeto de reducción de las cargas tributarias de la persona física.
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